el mundo se une entre
los que llamaron a sus
muertos y los que no
los que aprendieron a andar
en moto y los que no
los que aceptan sobrenombres
y los que no
los que se preocupan por la
estrella y los que no
los que se sientan al fondo de
los bares, los que se ubican en el centro a carcajadas y los que no
entre los que se olvidaron a
sí mismos encontrándose muchísimo después y los que no
entre los que sienten que no,
no hay más escritores peronistas y los que sí, que hay muchos escritores
peronistas
entre los que tocan la
guitarra en las fiestas y los que no
los que le temen al avión y
los que no
entre los que piden
cigarrillos y los que no
los que pasaron Navidad en un
baño y los que no
los que vivieron en Villa María
y los que no
entre los que agregan sal a
las papas y los que no
entre los que se emocionan al
cantar el Himno Nacional y los que no
entre los que advierten la
guerra de los árboles y los que no
entre los que se le va la
mano y los que no
entre los que solo beben Coca
Cola en envase de vidrio y los que no
entre los que lloraron de
amor y los que no
entre los que reconocen los
hongos venenosos y los que no
entre los que tienen un sitio
favorito para escuchar la lluvia y los que no
entre los que creen que ha
muerto Elvis Presley y los que no
los que respetan a Pérez
Esquivel y los que no
los que vieron la Parca y los que no
los que creen que la novela
Pronto de Elmore Leonard es buena y los que no
entre los que cultivan seres
queridos y los que no
entre los que cuentan
escalones y los que no
entre los que hablan del gótico
americano pensando en Rembrandt y los que estudian a Wittgenstein guiándose por
la psicosis y los que no
entre los que caminaron con
Jesús y los que no
entre los que se martillaron
un dedo y los que no
entre los que te cuentan un viaje
en globo por Capadocia y los que no
entre los que saben nada de
poesía y los que saben menos de poesía
algunos sienten la terrible
belleza del mundo…
otros lo exacto de vivir
cuando ya no importe
nos daremos vuelta como un
guante
entre creerlo o no
olvidarlo o no
pasa la cosa.
Ay, Maestro... Cuánto de SíNo hay en la leve oscilación que me habita, bulle y crece. Y cuánta hermosura y respiradero restalla su poesía...
ResponderEliminarMi Abrazo, desde las orillas rosarinas