martes, 29 de julio de 2014

EL PAÍS QUE LOS LLAMABA


[...] Y cada mañana, en la Facultad, en vez de encontrar a un maestro, a un hombre cuya función es enseñar, encontraba a un señor o varios abogados cuya función es enseñar, cuya obligación presupuestaria era "enseñar". Hombres vacuos, petulantes y grises, sin sentido auténtico de la vida, algunos de los cuales en la Facultad de Derecho de Buenos Aires, hacían mofa ridícula de su propia asignatura, prefiriendo a otra cosa menos miserable y más decente exhibir ante los estudiantes el airecillo de un trivial ingenio burgués.Y de estos hombres yo me acuerdo, no me olvido. He visto a algunos de ellos tener después mando en el país,levantar sobre tantas cabezas de buena voluntad su perspicacia cínica de mediadores,de demagogos y políticos.Y he sentido entonces, con terror, con miedo de verificarlo, que el país que los llamaba podía parecerse a ellos [...]

EDUARDO MALLEA en Historia de una pasión argentina - Editorial Sudamericana - Buenos Aires - 2001

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