jueves, 23 de mayo de 2013

algunas palabras para LA GUACHA




Empiezo por un libro que siempre me llamó la atención: <El Patronato>. Hay algo muy interesante en él, que se cruza con algo que estamos reflexionando con ClaudiO LoMenzO y JosÉ LuiS OterO que es la cuestión del cantar y el contar en poesía. Y lo que siempre me sorprendió del libro es la narración de una historia (casi en clave secreta) con un conjunto mínimo de elementos y a partir de vacíos que obligan al lector a una relectura atenta. ¿Podés hablarme de la génesis y trabajo que implicó su elaboración?


Ese libro lo escribí a lo largo de 11 años por fragmentos unidos en la idea de los patronatos de la infancia (en mi ciudad hay uno y lo conozco por dentro y también a la gente que lo atiende) la expósitas y la enfermera fueron las  bordadoras de una voz allí,  un verano uní las partes –sin correcciones- y así quedó ¿hay una historia? quizá, para mi fueron visiones, sobre todo de las muñecas, su humillación e inclemencia entre los poderes sociales, las buenas conciencias, etcétera…mientras lo escribía, al azar, en extravíos de instantes, salieron otros libros…el patronato como libro tuvo (o tiene)un grupo de lectores asiduos, para el resto fue un libro fallido o directamente incomprensible. Para mí es las dos cosas, por eso lo quiero como a un pariente enfermo y rencoroso.

Otros libros que se prolongan hasta el presente porque del verso “meditaciones sobre la construcción de la casa en la arena” surge el título de uno de tus últimos libros. Me quedo con las visiones, muy trabajadas en el tono de irrealidad que adquieren las imágenes y la deshumanización de los personajes transformados por el lenguaje. ¿Hay alguna tradición poética particular que te haya servido de “molde” o “influencia” para este laburo?

En fin…no creo demasiado en esto de las tradiciones poéticas me parece algo más bien administrativo de la poesía, para uso de las academias, los periodistas, etc.)
Como influencia (fueron muchos años sesgados, estallados) acaso, los cuentos de hadas, el surrealismo en su período más ortodoxo (lo automático-onírico, lo siniestro, lo extraño, etc.). Instrumentalmente me serví de un par de libros chilenos decimonónicos  destinados a las amas de casa (costura, cocina, modales) al  patronato lo escribí casi íntegramente en la escuela en la que trabajo (un edificio neoclásico de 80 años que ocupa una manzana) eso puede haber influido en los climas también.

Podría ubicarme entre los periodistas que se preocupan por la cuestión administrativa de la tradición. Pero creo que la elaboración y uso que un escritor hace de la tradición implica una lectura ideológica (y no sólo de la tradición literaria) porque, como puede verse de tu respuesta, su trabajo consiste en apropiarse y enriquecer constantemente lo hecho y escrito –incluso por él mismo; borronearle a la lengua el desgaste que supone ser el instrumento exclusivo que los hombres pudimos construir para comunicarnos, después de que el silencio o el gesto mostraran sus limitaciones. Tal vez un autor es menos responsable de las herencias que lo alimentan que de las consecuencias que produce en la lengua literaria su trabajo. Filoso e irónico como sos me gustaría preguntarte sobre qué clase de relación pudiste construir en todos estos años con las palabras, la lengua; qué cosa le reclamarías y cuáles son motivo de agradecimiento para vos.  

Bien lo de ideológico pero, a mí me habitan más los ideales, lo ideológico sería la herencia, lo que recibimos ¿quién elige donde y cuando y cómo nacer? nadie puede ser responsable de eso a menos que entremos en las teorías kármicas o cosas por el estilo…
Básicamente en dos libros, Como una palabra que pudiste decir y Silencio al fondo, antologué lo que pude ir pensado, sintiendo, viviendo (los tres actos) acerca de las palabras y el oficio o el destino poético.
No he diferenciado los lenguajes de vivir o escribir. La comunicación humana es alucinatoria, siempre decimos más, menos y otra cosa, la interpretación es una ilusión prodigada por el caos. Me he relacionado con las palabras (de los días, de la poesía) en un sentido esencialmente emocional, religioso, supersticioso, no se si será evidente para los demás, lo es para mí. La calidad de un poema depende exclusivamente de la cualidad de su silencio, eso es el resto del lector y la inocencia del autor. Escribo incesantemente desde los 13, tengo 53, aprendí a leer (a vacilar en el sentido) a los 4, mi ignorancia no deja de aumentar. ¿Qué le podemos reclamar al extravío del lenguaje, qué le podemos agradecer? Todo, nada.

Justamente en <Silencio al fondo> hacés una pregunta que me gustaría que contestes ahora cuando en el poema “poesía” terminás diciendo “¿cómo bajarse de este sol?”?

El poema termina…una palabra/pero/ una palabra/te calla/te calla// ¿cómo bajarse de este sol?... la palabra que te calla ¿es el sol? ¿o es lo callado o mejor aún, acallado? te da cenizas del vacío//las manos quita/la razón de oír// sombra encendida… son imágenes de la quemazón ¿no? Uno escribe la sombra y la sombra de la sombra. El sol es también la fatalidad de la luz, lo vivificante, lo destructivo, lo que se puede sentir –hasta un punto- lo que apenas se puede mirar sin la ceguera. Eso, cómo bajarse de este sol, cómo subir, cómo vivir allí.

Retomo la conversa después de un mes de trabajo infernal. Retomo también tu pensamiento. Me detengo en eso de que uno escribe la sombra y la sombra de la sombra. Encuentro en esa idea otra formulación de una sabiduría árida en la que es frecuente encontrar dolor y menos frecuente la felicidad. El otro lado de un sueño de una vida feliz en el que querríamos creer todos. 

Bueno, una vida feliz su creencia y acreencia sería más bien este lado del sueño, la parte del sueño prometida por esta culturita de la nada… cómo andar en dos pies sin dolor ni enigma, cuándo estar satisfechos ¿no somos todos responsables de todo ante todos? ¿No deberíamos serlo? las palabras dolor y trabajo tiene unos cuantos sinónimos más que descanso y felicidad en el diccionario.

Esa “culturita de la nada” ¿tiene algún contenido específico que le dé legitimidad? ¿Creés que la poesía argentina actual, en general, tiene una posición definida frente a ella? En particular, ¿qué obra u obras creés que ofrecen más sustancia a los lectores para entender el asunto? 

Sí, claro, el mercadeo simbólico, las máscaras del narcisismo, el puro goce, el tráfico de influencias, la banalización del mal, la estupidez general ¿continuamos? hay poetas hasta en la sopa escribía Juvenal hace algunos milenios. ¿Qué entendemos por poesía argentina? ¿La de Buenos Aires o la del interior del país? ¿La de Puán o la de las pizzerías de Junín? ¿La de Córdoba de las campanas o la del viento llanero de las pampas? Hay poetas parados en la sinceridad, solos, negados, olvidados…Son la luz, lo que vendrá, cuando todas las becas y todas las agendas sean llamadas sarnosas en medio de la noche. Bueno, yo tengo mi lista, cualquier lector fervoroso de poesía tendrá la suya, a lo largo de 20 años incesantes difundí poemas de casi 400 poetas argentinos de todas las regiones, colores y pelajes, no puedo citar una obra, un poeta, ni diez… ¿Quién tiene el poemómetro? ¿Quién maneja la Antología del Tiempo, quién puede decir, como Ovidio, viviré en los siglos? Este asunto –supongo que  te referís a la insignificancia de la época, a sus frutos- está sustantivado por todos y cada uno de los que no ceden a los manuales de estilo, a la fascinación del apellido y a esa brisa incómoda de los aplausos distraídos, por los que gruñen en la soledad (o las malas compañías y los malos entendidos) su lección de abismos, su viaje a la desdicha (digo, a lo intransferible de la verdad de un sujeto y su época). Perdón por no ser más específico, el ranking se lo dejo a Tinelli, los suplementos de cultura y los fabricantes de monografías.

Bueno, te disculpo lo del ranking. Después de todo no sos hombre de negar respuesta. Ahora, podría proponerte la idea de la poesía argentina como toda esa masa de lenguajes en tensión que esbozás en tu respuesta y que entre todas, configuran un hacer y un decir, con o sin nombres propios. En ese espacio tu voz es la de un solitario aguerrido. ¿Te seguís considerando un predestinado?

Con los dedos en punta/me tocó la poesía/me sacudió con repugnancia/y algo de curiosidad…//me alzó sobre el pozo del mundo/esa señora/y me soltó…así comienza y concluye El predestinado (La vida milagrosa, 2005) en este sentido –literal- sí, me siento un predestinado; me gustaría, por otra parte, ser la voz que clama en los desiertos y que mi cabeza, luego de ser rebanada, fuera exhibida en las cortes, estoy seguro de que, entonces, aún seguiría soltando su discurso aciago.

Algo de ese gesto desafiante, irreverente y profundo es lo que encuentro y me seduce de <Casa en la arena>. ¿Podés contarnos algo de la génesis y propuesta de ese libro?

Es un libro que se escribió a lo largo de 21 años, he leído la Biblia desde los 4  y fui a escuelas bíblicas luteranas hasta los 11, a esa hojaldrada carne de Dios vuelvo todos los días …
Casa en la arena (una parábola citada en Mateo acerca de las consecuencias de la fe) al igual que El Patronato y en su momento y ahora - en su reedición - Serie Americana, es otro libro acallado, negado e incomprendido lo cual me llena de satisfacción. ¿Por qué? Por qué seguramente es un texto extraordinariamente confuso y vacilante o es una epifanía o una libertad de esas que andan por el aire.
Tomé versículos bíblicos y los desarrollé desde la lectura divina, el ámbito de mi ciudad y la lengüita de los profetas con algunas  intervenciones de lo real y lo autobiográfico (el bautismo de mi hijo, los sermones de mi padre, las apariciones en los ranchos, el río…) y también esas fábulas tan bellas sobre el Mal, de Daniel, Marcos, Moisés, en fin…se ve que no se encuadró en los manuales de estilo o los pasteurizados temas de la época digo, faltaron los versos a la heladera de la madre muerta, el onanismo como una de las bellas artes o la pertinaz interpretación de poemas mal traducidos .¿Qué es este viento entre el Génesis y el Apocalipsis … a quién mira Jesús? No sé si he sido claro; poderoso es el complot de los mediocres mientras un arcángel  rompe su vaso de piedra entre mis manos.

Evidentemente el marco de recepción generado por las corrientes de pensamiento –que se pretenden- único encuentran obstáculos para entrarle a ciertas obras cuya dificultad  no viene sólo del lenguaje sino también de su propia estructura y propósito. Pero ese parece ser un conflicto extendido a lo largo y ancho del país. ¿Puede constituirse un sistema poético con un esquema teórico interpretativo tan limitado?

No, lo que puede constituirse es un sistema de seudo poder en la retórica de los medios  (o sea en el discurso de las mitades de algo) y sus ilusiones de verdad o futuro, un espejito del caos, algunas fiestitas y la adulación a la posteridad.
La poesía es fiel a la entropía porque es, también, naturaleza del cosmos.
El esquema universal y vigente de la poesía es el desastre de la eternidad.

¿Estás conforme con la reedición de <Serie Americana>? ¿Qué significado adquiere para vos hoy esta obra publicada por primera vez hace 20 años?

Ojalá que esté conforme Carlos  Máximo Ferreyra de Recovecos que fue el que apostó a esta reedición. Los poemas fueron escritos hace 22 años, la primera edición (de autor) pasó de largo, en el tiempo algunos poetas de Córdoba le hallaron valor, esta reedición también, me parece, le interesa a muy pocos y me pregunto ¿hacia dónde pasó o va pasando? Es interesante comprobar cómo lo que no se comprendió una vez logra ser inasible 20 años después (excepto el poema Porsche que fue el más citado y ha sido ilustrado en revistas, muestras temáticas y esas cosas, por otra parte es un texto bastante insignificante…en fin).Serie Americana fue un momento de libertad personal (tenía más juventud, más pobreza y más tiempo, o sea, tenía más) al releerlo me quedo con eso y el humor negro que me suscitan los malos entendidos y el carozo de su enigma : América en nosotros.

Sin embargo –y creo que con razón- SchillinG en el prólogo lo ubica como un libro que anticipa en buena medida, la poesía narrativa de los 90- 2000, aunque para mí gusto con mucho más elaboración. Y acá no cabría la humilde ironía del “malentendido”, ya que coincidirás conmigo que SchillinG no es de regalar halagos. Cada poema no sólo es una radiografía de la influencia de la poesía americana en la nuestra (a través de gran parte de los poetas de tu edad o generación) sino también la enunciación de un lirismo muy oscuro que lo vuelve absolutamente argentino. ¿De dónde surge esa entonación, ese tono? ¿Es una búsqueda o una respiración?

Es una respiración enfisémica, se nota cuando los poemas suben la escalera o trotan un poco ¿no? Buscar yo no he buscado nada, acá en las llanuras se ve lejos en el sentido horizontal o vertical. Quizá el tono de Serie Americana perviva, se me ocurre que ese entonar (que también denota Schilling en un texto acerca de Mamá (2007)) debe ser lo que  escapa del monólogo interior, de esa vocecita extraviada, resentida, severa, que a menudo escucho distraído en las cosas de vivir. Le he sido fiel a la musiquita porque en tantos años y a decir verdad, otra, no escuché.
Me alegra que lo encuentres absolutamente argentino, que su lenguaje mestizado y confuso evoque nuestra patria (rara palabra ésta patria al lado de argentino).

Estamos con esta entrevista publicando poemas inéditos de tu autoría. ¿Te ves sin escribir poesía hacia delante? ¿Tendrá fin esa relación íntima y añeja ya?

No me veo de ninguna manera ¿y vos? es decir en un momento estaré acostado y sin moverme en un lugar oscuro por un largo rato pero, fuera de eso ¿cómo saberlo?(uno está en el espacio o en el tiempo? en el adentro o en el afuera? uno ¿está?) tengo la sensación, eso sí, de que en el cementerio parque, el nicho o el panteón, en el ataúd, la podredumbre o sus cenizas, duraré con alguien más, con algo más…esa música oscura, ese viento de siempre…


1 comentario:

  1. Esas preguntas en las respuestas, solas, nos asompañan. Me acompañan y descansan. Descansamos. .(nos acompaña la soledad que responde cuando dudamos?)
    Maravilloso, muchas gracias!

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