sábado, 3 de noviembre de 2012

donde esto nace hay mucho más




 
al comienzo buscaba despacito
de noche
mirando a los costados
pero
tranquilos
no hay nadie

cuando uno abre la puerta (o lo que sea)
siente el vapor de invernadero
el fondo de las grandes peceras
y una mariposa que golpea la psique
con caricias de ciego
así

desde los 13 voy
-creí que
 me llevaban
pero no
algo que desconozco
en mí
va-

 encuentro lo que puedo

parece corazón
una piedrita
el agua
a veces

y se transforma

en palabras de ocasión

esta miseria.

Por eso
resulta inagotable
la noche convencida
el viento


hay más.

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