miércoles, 19 de septiembre de 2012

ayudé a quemar bibliotecas...



ayudé a quemar bibliotecas, a enterrarlas, a pensar en dónde, cómo , podía ocultarse un libro, tan urgente y necesario, tan imposible para el fuego y la tierra...

me contaron dónde quemaron bibliotecas
de las noches en baldíos, patios,campos perdidos

ayudé a recortar páginas con grandes y pequeñas tijeras
hasta que todo parecía la paloma del infierno

sentí el silencio de
mi rostro y otros ojos
quemándose también
en el fuego y la tierra
bordando la cicatriz de esos papeles, hilos, estampas
y aquello que todos sabemos
o deberíamos
saber 

(me preguntaban
desde países
campos
pozos
cómo estaban los libros
me preguntaban títulos
y nombres)

vendí dos bibliotecas para comer
eran mías pero no
no  no lo eran 

vi deshacer
rápido o despacito
las bibliotecas de los muertos
o como las dejaban en veredas
prolijitas

vi comprar bibliotecas por metros
y otras hechas con fotocopias y pedazos

bibliotecas de saldos
bibliotecas espejo
y algunas comiéndose a sí mismas

las palabras son más fuertes que el miedo
el hambre
los sueños

las vi nacer del fuego
y de la tierra
del exilio
el olvido

recientes

y listas

y feroces.



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