sábado, 12 de noviembre de 2011

CRÍTICOS Y CONGELADORES

  

[...] Todo crítico,en el fondo, experimenta la tentación de congelar a su objeto de estudio,de clavar a la mariposa bajo la lupa para poder estudiarla mejor,y se molesta si la mariposa sigue moviéndose.Cualquiera que haya intentado hacer un estudio panorámico sobre la obra de un escritor viviente,no ha dejado de sentir cierto fastidio al enterarse que aquél acaba de escribir otro libro,que quizás echará por tierra todas las hipótesis tan trabajosamente armadas. El crítico "androide"convierte la pereza en método: para él,el autor bueno es el autor muerto.Cuando éste se resiste a callar,siempre queda el recurso de proclamar que la obra habla por sí sola,y que el autor tiene tanto derecho a opinar sobre ella como cualquier otro lego. [...]

[...] Dejar la literatura en manos de los literatos  puede ser tan peligroso como dejar la guerra en mano de los generales. Cuando se ha loteado el "campo de estudio" en parcelas asignadas a otros tantos especialistas (bibliografía,análisis estructural,biografía,etc.) el continuo obra-autor queda fragmentado en varios discursos incompatibles como compartimentos estancos.[...]

[...] Pero un escritor no es un funcionario,que ingresa en la privacidad en cuanto cierra su despacho;si es realmente un artista,es capaz de poner todas sus experiencias en su obra. Quizás a nadie le interese conocer la vida privada de los autores de best sellers,con exclusión de sus ganancias;pero cualquier crítico daría todo por acceder a algún episodio desconocido de la vida "privada" de Goethe o Cervantes. [...]


de Philip K Dick - Idios Kosmos - Pablo Capanna - Editorial Almagesto - Buenos Aires - 1995

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