miércoles, 15 de diciembre de 2010

CADA COSA A LA QUE ME ACERQUÉ SE CONVIRTIÓ EN OTRA



son los dormidos ojos del azar



como en un sueño
cada cosa a la que me acerqué
se convirtió en otra

las manos en fuego
la fe en temor

y todavía espero tus palabras
el día que vendrá o no vendrá
la mariposa de agosto en la ventana

de algo estoy seguro

yo pensaré
es mío esto
aquello no
y no sabré
si es tu corazón de siempre lo que llevo
o una tarde hundida ya en la infancia

son los dormidos ojos del azar
nuestra vigilia
largos planes de espuma
en la noche infinita.




El asno del destino


a Santiago Espel


poesía
no importa si encerraste
toda tu luz en mí

algunos hombres atrapan las tormentas
y las convierten en perlas de ceniza

soy el asno destino
y avanzo entrer sonidos majestuosos
hacia la hierba
y sus pequeñas cabezas redundantes.

Mascando en una pieza húmeda
con olor a rodillas
con ventanas en celo
saco rombos de tu brillante brillo
y apuesto en los cielos contra el rayo

soy el asno del destino
y soporto miradas compasivas
desde los trenes blancos por la prisa.

Querida,adonde vayas
alguien llevará tus valijas
y pedirá centavos por sus dulces palabras

no importa si mediste mis orejas
o me golpeaste con palos de durazno 
amargo

avanzo entre peñascos sublimes
por el indómito corazón de un cuerpo débil

sus actos trazan un muñeco macabro
pero su pelo es negro y resplandece
cuando encorva el lomo
devorando los verdísimos pastos
a orillas del manantial
de la Ciudad
del infierno.


de Como una palabra que pudiste decir,ediciones radamanto,villa maría,córdoba,1998

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